¿Valen la pena mejorar tu nivel de inglés?

Desde hace algunas décadas varios exámenes de proficiencia en inglés se han creado y aplicado a personas de todo el mundo, tanto en países angloparlantes como países en los que el Idioma Inglés no hace parte de su cultura y comunidad. Cada examen puede tener características similares con otros en cuanto a formato, reglas, tipos de pregunta, etc. Sin embargo los propósitos y requisitos para cada uno varían de acuerdo a las necesidades académicas e institucionales de cada Universidad y/o empresa. Esto debe ser tenido muy en cuenta antes de pagar tu examen IELTS, TOEFL, CAE, CPE, etc., ya que no todas las instituciones educativas mantienen los mismos requisitos de admisión.

Sin embargo, este no es el único factor a discutir en este ensayo, ya que también se deben evaluar su calidad y productividad. Es bien sabido que estos exámenes evalúan todas las habilidades comunicativas del inglés en las personas, pero,

¿se está haciendo un trabajo apropiado más allá que se estén preparando para el examen y lograr obtener un alto puntaje? Puede decirse que sí con toda seguridad, y eso tiene mucho que ver con el formato del examen, el tipo de preguntas que tiene y las diferentes formas de poner a prueba las habilidades de Listening y Speaking sobre todo. Un claro ejemplo de ello es la prueba de Listening en el examen IELTS. Puedes encontrar una prueba en la que debas llenar un formulario, etiquetar lugares en un mapa o simplemente completar una frase. Tan solo con esas tres pruebas ya estás desarrollando tu comprensión oral de una forma dinámica y atractiva, y no la simple y tradicional selección múltiple.

Ahora, estos exámenes están certificados por el Marco Común Europeo de Referencia (MCER) y según tu puntaje obtienes un determinado nivel. El único inconveniente es que nunca recibes feedback de tus evaluadores, por lo que no sabes exactamente qué áreas o aspectos debes mejorar. Sin embargo tú mismo/a puedes autoevaluarte mediante el análisis de los resultados en tus simulacros.

En conclusión, estos exámenes merecen la pena tomarlos (Practice Tests y Oficiales) ya que te permiten conocer qué y cuánto debes mejorar en cada prueba, y un examen de estos con un alto nivel en tu hoja de vida pesan mucho si lo demuestras con regularidad.